No es novedad que el sector de Placilla-Curauma, junto a Peñuelas, se ha vuelto noticia el último tiempo por los diversos incendios que han afectado a la zona. Los siniestros han consumido gran parte de los sectores aledaños a la continua expansión de la zona y la comunidad está mostrando una clara preocupación por este tipo de eventos. Para informarnos al respecto, pudimos conversar con el exdirector regional de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi), Guillermo de la Maza, quién nos comentó como se podrían generar soluciones a los desastres naturales que enfrenta la zona y como esto se ha gestionado a lo largo del tiempo.

De la Maza, un hombre con vasta experiencia en catástrofes como lo fueron el megaterremoto del 2010, los derrames de petróleo en el cordón industrial de Quintero Ventanas en 2014-2016 y el megaincendio de Valparaíso en 2014, entre otros, nos explica que existen múltiples aristas para analizar el presente de la zona frente a las emergencias naturales que sufrió la zona, como lo es la relación que tienen los factores medioambientales y la fuerte crisis hídrica que ha afectado a la región.

“Hay todo un tema que tiene que ver con los ciclos del agua. Después de un incendio, el suelo vegetal se elimina y el viento junto a la lluvia genera otros efectos, como embaucamientos de esteros de la zona en el tranque de la luz. El otro conflicto es que queda mucha vegetación muerta en pie que puede ayudar a que se genere otro tipo de desastre. Por otro lado, al no tener un dueño responsable en los terrenos tampoco se da el proceso de reforestación, por lo que toda la regeneración de la flora que se produce es de origen natural”

Guillermo nos comenta que es cierto que la ocurrencia de los incendios, en particular, han disminuido, pero eso no significa que los siniestros que se produjeron hayan sido menos dañinos que los anteriores, tomando como ejemplo la gran quema de la Reserva de Peñuelas que afectó también a otras comunas. Respecto a las causas de la generación de estos desastres, el exdirector se lo atribuye a la amplia vegetación seca que hay en el sector, las desafortunadas condiciones climáticas y la acción humana.

“La vegetación ha pasado por 12 años de sequía, por lo que esta se seca y esto la convierte en combustible natural listo para arder.  A esto se suma que las condiciones atmosféricas han sido bastante adversas, si bien es cierto que tuvimos un verano frío, los días que hizo calor y mucho viento fueron especiales propiciadores para que se pudiese generar un incendio. El último factor es la conducta humana, lo cual es el tema de fondo porque los siniestros son generados por personas, ya sea por irresponsabilidad en el uso del fuego o por un grado de intencionalidad

Respecto a cómo se puede trabajar en materia de incendios, De la Maza nos comenta que hay dos medidas a tomar. La primera, más inmediata, es el trabajo con las comunidades. “Aquí en Placilla existen grupos auto gestados que han trabajado en materias de prevención y conservación por un tema ambiental, pero lo que hace falta es un liderazgo local para trabajar con las comunidades. Debería existir una educación permanente en materia de incendios para la gente del sector

Guillermo nos dice que, en su momento, se propuso y se generó un plan de evacuación para la zona, porque las vías de circulación del sector son muy estrechas, pero finalmente las personas desconocen todas las medidas que existen al respecto y tienden a ignorar los siniestros. “Cuando la gente no está debidamente preparada, tiende a correr a las llamas para ver que es lo que salva. No hay un trabajo previo de evacuación y la gente lo desconoce”

La segunda medida que propone es aumentar el monitoreo y que se diera información veraz y oportuna a la comunidad para informar de forma real a los habitantes de la zona, para que la seguridad tuviese una cobertura total y ninguna persona se viese afectada o se aprovechara de la situación. Respecto a la realización de políticas públicas y trabajos en conjunto con los habitantes para prepararse sobre este tipo de fenómenos, De la Maza nos comenta que si se realizó hace bastante tiempo, pero que estas actividades cambian o no se realizan últimamente por la voluntad de la autoridad de turno.

“Generalmente, algunas autoridades han hecho una mala lectura, pensando que una buena reacción o asistencia posterior a los eventos es mejor y obviamente no es así. Todo lo que se pueda hacer antes es mejor, porque esa acción va a salvar vidas

Guillermo nos cuenta que, dentro de los trabajos de la comunidad, se realizó un campamento junto a Corporación Nacional Forestal (Conaf) con profesores de la zona, donde se realizaron clases sobre el riesgo ambiental y la prevención de siniestros. Todo esto, para añadir la variable de incendios forestales al enfoque del plan integral de seguridad escolar y que esto pudiese ser parte de la reforma educacional, pero este proyecto falló posteriormente por falta de financiamiento. También se han intentado dar lecciones sobre cómo dar aviso de un siniestro forestal, pero el ex Onemi nos comenta que la gente tiende a grabar y a subir contenido a las redes sociales antes que otra cosa.

“Hoy día todos vemos que hay mas celulares que chilenos, pero ¿Para que se usa? Hay una emergencia y todo el mundo graba y quiere llegar primero a la red, y mientras mas morbo exista peor. Todo el mundo grita llamen a bomberos, a carabineros, pero nadie llama y las llamadas a los servicios de emergencia son gratis

El experto, se detiene a analizar las decisiones políticas que se han tomado sobre la materia y nos comparte que existe un déficit a la hora de realizar acciones desde “arriba” para poder aplacar las distintas catástrofes naturales que puedan afectar tanto a nivel regional como nacional. “Además de la falta de políticas, aquí hay que tomar decisiones correctas. No puede ser que después del terremoto del 2010, el 2011 se haya ingresado una ley al parlamento para la reducción de riesgos de desastres y aun no se haya promulgado. Hemos tenido una amplia gama de desastres naturales, desde terremotos a erupciones volcánicas, pero aún no pasa nada y no se explica por qué”

Nos detuvimos un poco, para analizar la acción humana en materia de incendios de la zona Placilla-Curauma y las diversas especulaciones que existen sobre la influencia de nuevos proyectos inmobiliarios y la constante expansión urbana en el sector y la ocurrencia de siniestros. “Mira, cuando el río suena es porque una orquesta trae. A mí me tocó participar en incendios en donde curiosamente estaba todo cortado, sin un debido plan de manejo. Había trazas en donde se podía decir que había habido intervención a gran escala, pero nunca se realizó ninguna denuncia formal al respecto. En un momento se perdió un juicio porque no llegó el abogado de las instituciones públicas, entonces cuando no se le toma el peso de verdad a la situación y la comunidad no se hace parte de las denuncias, no se puede llegar muy lejos. También hay temas que el legislativo y el ejecutivo tienen que revisar porque las leyes deben hacerse cumplir, pero si estas no son perfectas estamos complicados. Mucho se habló de que en donde se quemó en 5 años no se construye, pero ¿En qué quedo? No hemos tenido la madurez suficiente como sociedad para abordar estos temas

Guillermo también nos expone que el rol de la comunidad es fundamental y que debe involucrarse en este tema, porque son desastres que afectan a todos en ella y es necesario que esta se organice para mejorar la respuesta existe en la zona a las distintas emergencias naturales.

“Las catástrofes son temas reincidentes en la zona. La comunidad puede hacer lo suyo, por ejemplo, en tiempos de campaña deben preguntarles a los candidatos que propuestas tienen en materia de prevención de riesgos para la zona ¿Lo hacemos? No, porque nos malacostumbramos a ser asistidos, pero no a participar. Como comunidad debemos conocer los planes de prevención que existen en la zona, y es más, Placilla-Curauma podría ser un buen piloto para prevenir desastres

El profesional comenta que en el trabajo en comunidad también es sumamente importante que esta se conozca y sepa lo que les acompleja a sus vecinos para poder aplacar con más fuerza todos los problemas que nos afecten, no solo sobre desastres naturales, sino que conflictos simples que nos puedan afectar como conjunto.

“Las lluvias, por ejemplo, atacan duramente a Placilla-Curauma. En ese caso, cuando llueva veamos quien esta carente de algo, quien esta solo. Cuantas mamás están trabajando en la calle diariamente porque no tienen sustento, ¿Y los niños? ¿Los tiene que llevar para que puedan estudiar desde alguna plaza? Entonces cuando les pase algo después no estemos llorando con los matinales en la TV. La solidaridad parte antes de la tragedia… En el sector hay capital humano, capacidades técnicas, virtudes, historias, conocimiento del territorio y ganas, lo único que falta es un empujón: ocuparse y no preocuparse

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