La Policía Civil de Río de Janeiro, Brasil, informó que el operativo realizado en la favela Jacarezinho ha dejado un saldo final de 29 personas muertas. Las autoridades de la ciudad carioca subrayaron que 28 presuntos «criminales» y un inspector murieron en la operación.

El hecho ocurrió el pasado 6 de mayo y se desencadenó en el marco de una investigación sobre una banda que reclutaba niños y adolescentes para el tráfico de drogas, robos, secuestros y asesinatos. Según medios locales, la pandilla objetivo de esta redada se dedica al tráfico de drogas, atracos, asesinatos y secuestro.

Los residentes de la favela relataron intensos tiroteos, con helicópteros que sobrevolaban las casas, personas muertas en terrazas y callejuelas y cuerpos cargados en un camión blindado de la policía, relató un líder comunitario a la agencia de noticias AFP, quien pidió no ser identificado por razones de seguridad.

«Este es uno de los números de muertos más grandes en una operación de la policía en Río», dijo el jefe de policía, Ronaldo Oliveira, a la agencia Reuters. Por su lado, vía Facebook, la Secretaría de la Policía Civil dijo que lamenta, también, las víctimas inocentes lesionadas en el metro, refiriéndose a dos pasajeros que viajaban en el metro cercano y fueron alcanzados por balas perdidas, terminando heridos.

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU expresó su preocupación por las denuncias sobre los excesos policiales ocurridos y abogó por la realización de una investigación independiente, aunque la policía negó que sus agentes hubieran cometido delitos y afirmó que actuaron en defensa propia.

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