La muerte de dos enfermeras del Hospital Clínico de Viña del Mar tras denuncias de posible acoso laboral al interior del recinto generó conmoción y protestas por parte de los trabajadores de la salud de la Región de Valparaíso, que entregaron nuevas denuncias sobre situaciones similares que se viven en otros recintos.

Vanessa Araya y Florencia Elgueta trabajaron en la UCI COVID-19 del recinto viñamarino. Ambas fallecieron con un año de diferencia por suicidio, en casos que aún son investigados por la Fiscalía local y la Brigada de Homicidios de la PDI. Según sus familiares las dos fueron afectadas por un persistente bullying y acoso por parte de sus pares en el trabajo en medio de la pandemia.

La clínica entregó su reacción luego que se informara de la muerte de Araya -ocurrida el 29 de abril pasado-a través de un comunicado, en el que asegura que “solicitamos a quienes corresponda, no hacer juicios precipitados o solo basados en rumores, porque ello causa un gran daño y caen en acciones de acoso”.

El Colegio de Enfermeras, en tanto, emitió una declaración pública en donde pidieron a las autoridades implementar con urgencia “protocolos de riesgo psicosocial y programas efectivos de salud mental al interior de los establecimientos de la red pública y privada”.

El gremio afirmó que los trabajadores están ejerciendo su labor “con una presión excesiva, cumpliendo turnos extenuantes, con poco tiempo de descanso y muchas veces alejados de sus familias, en condiciones contractuales precarias, considerando la alta responsabilidad que significa cuidar personas y salvar vidas”.

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