En una presentación virtual, que contó con la participación de la Gobernadora Provincial de San Antonio, Gabriela Alcalde, y el encargado de emergencias, Mauricio Álvarez, Esval dio a conocer su Plan Invierno para la zona, iniciativa que se enmarca en el programa anual de Mantenimiento Preventivo de redes de recolección de aguas servidas, que ejecuta la sanitaria.

“Iniciamos este trabajo hace varias semanas, con el fin de garantizar la continuidad y calidad del servicio de recolección de las aguas servidas, junto con prevenir emergencia propias del invierno, donde el sistema se ve impactado por la incorporación de aguas lluvias, basura y otros desechos que terminan obstruyendo la red de alcantarillado. Es una iniciativa que se enmarca en nuestro programa de mantenimiento anual, donde abarcaremos una extensión total de 320 kilómetros de colectores en la región, con una inversión que supera los $500 millones”, explicó el subgerente zonal de Esval, Alejandro Pérez.

En el caso de la provincia de San Antonio, el programa considera la limpieza -durante todo este año- de más de 31 kilómetros de la red de alcantarillado en las comunas de Algarrobo, El Quisco, El Tabo, Cartagena y San Antonio, con especial foco en el periodo invernal.

La gobernadora Gabriela Alcalde valoró el encuentro, señalando que “con Esval tenemos una coordinación no sólo en el invierno sino durante todo el año. Hemos visto en la presentación las diferentes acciones que desarrollan para la mantención de la red de aguas servidas y estamos muy tranquilos con el trabajo preventivo que están realizando”.

Recomendaciones para el buen uso

Finalmente, Pérez reiteró el llamado a la comunidad a cuidar el alcantarillado, pues un alto número de obstrucciones se producen por el mal uso. Las principales recomendaciones son: no conectar los ductos de evacuación de aguas lluvias al alcantarillado, ya que el caudal puede sobrepasar la capacidad del colector; juntar las hojas y basura en los lugares indicados, con el fin de prevenir colapsos; no abrir tapas de cámaras para evacuar aguas lluvias; y evitar arrojar pañales, mascarillas, toallas húmedas u otros residuos a través del WC, ya que causan obstrucciones y afectan el funcionamiento del sistema.

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