Durante la pandemia, María José Paredes Escobar, Kinesióloga de la Universidad Católica, decidió trabajar y estudiar al mismo tiempo. Sin embargo, la educación a distancia ha traído consecuencias para ella, ya que no le ha sido fácil manejar esta nueva modalidad.

Algunos efectos negativos que ha notado, en comparación a cuando tenía clases presenciales, es que ha pasado por mucho estrés, ya que no sabe cómo organizar su tiempo. Además, le ha costado encontrar una manera de concentrarse en los cursos de su diplomado.

Casos como este se repiten a lo largo del mundo. De acuerdo a información entregada por Andreas Schleicher, Director de la OCDE, la pandemia por el Covid-19 ha tenido un gran impacto en la educación. “Aunque las universidades consiguieron reemplazar las conferencias presenciales con el aprendizaje en línea, los cierres afectaron el aprendizaje y los exámenes, así como la seguridad y situación legal de los estudiantes internacionales”.

¿Por qué ocurre esto?

La carencia de espacios de estudios y  la falta de respuesta no verbal de los alumnos, quienes no están obligados a conectarse con la cámara activada, lo que genera que el docente desconozca los sentimientos y emociones que pueda reflejar visualmente un alumno respecto a si entendió o no la materia, lo que a la vez puede provocar una desmotivación de parte del estudiante.

En relación a otros países como Estados Unidos o España, nuestro país cuenta con la desventaja que la gran mayoría de universidades e instituciones de educación no contaban con programas pensados en metodología e-learning.

En este contexto, Erik Sandino Contreras, Coordinador de programas Académicos y Docencia de Redlearning , entrega consejos para quienes se han visto afectados por la educación a distancia y también el teletrabajo.

  1. Planificar tu tiempo: es fundamental organizar las horas que están destinadas para los estudios y el trabajo. También es importante tener metas claras y llevarlas a cabo en un tiempo limitado.
  1. Identificar cuáles son tus debilidades y fortalezas: tener claro cuáles son tus debilidades y fortaleza te permitirán actuar en función de ellas y mejorar día a día.
  1. Preocuparse de la alimentación: algo que no todos tienen en cuenta, es la alimentación balanceada y el consumo de agua. Comer bien y beber agua ayuda a sentirse mejor. Por lo tanto, el nivel de concentración puede aumentar.
  1. Tener un espacio adecuado para el estudio y trabajo: ubicar un lugar en el hogar que se ajuste a las necesidades de acuerdo a las actividades que se llevarán a cabo. Tener en este espacio todas las herramientas que ayudarán a estudiar y trabajar menor.
  1. Realizar pausas en medio de los estudios y el trabajo: algo que ayuda a mejorar la concentración, es cada hora y media desarrollar pausas activas. Es decir, descansar, levantarse del escritorio, realizar estiramientos, rutinas de 3-4 minutos para controlar los niveles de estrés y ansiedad.

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