El alcalde de Casablanca, Francisco Riquelme López, presentó ante el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), 15 nuevas observaciones respecto del proyecto “Nueva Línea 2×220 Nueva Alto Melipilla- Nueva Casablanca- La Pólvora- Agua Santa”.

Dentro de estas observaciones destacan la ausencia de análisis de compatibilidad territorial del proyecto con el Plan Regulador Comunal actual de Casablanca, puesto que en la zona de Santo Toribio la empresa está previendo construir torres a menos de 400 metros en una zona donde a futuro se construirán viviendas sociales y un nuevo hospital para la comuna; el incumplimiento de la legislación ambiental relativa al reglamento de suelos, agua y humedales y en particular sobre la construcción y desactivación de caminos de acceso; falta de claridad con respecto a los criterios para determinar los impactos reales en la emisión de ruidos y vibraciones asociados a las operaciones; insuficiencia en la línea de base de arqueología, flora, biodiversidad y fauna; y deficiente predicción y evaluación de los impactos ambientales asociados a los campos electromagnéticos y al ruido, entre otros.

La autoridad comunal fue enfático al señalar que “a nuestro juicio este es un mal proyecto, por lo que no debe aprobarse porque principalmente desconoce condiciones territoriales de Casablanca. Tiene consecuencias multidimensionales: culturales, sociales, comunitarias, económicas y profundamente ambientales. Es un proyecto que cruza 32 kilómetros del territorio casablanquino, con cerca de 100 torres de 45 metros de altura, muy cerca de sectores que hoy están destinados a desarrollo de equipamiento urbano, vivienda, a un kilómetro del nuevo hospital de Casablanca que se está construyendo y también nos demuestra, nuevamente, las debilidades que tiene la ley de base de medioambiente en nuestro país, donde la participación ciudadana básicamente es decorativa. Así que como municipio estamos entregando todo el apoyo para que este proyecto no se realice”, indicó.

En la misma línea, el municipio de Casablanca apoyó con asesoría especializada de profesionales expertos en procesos de evaluación de impacto ambiental a los vecinos de localidades afectadas por el trazado, producto de ello la comunidad casablanquina también pudo presentar alrededor de 1.000 observaciones relevantes sobre la adenda del trazado.

Recurso de protección

Antes de presentar las observaciones, el alcalde Francisco Riquelme acompañó, como símbolo de apoyo, a la Coordinadora Ecológica de Casablanca (CEC) y a los vecinos para que pudieran presentar un recurso de protección contra este proyecto, dado que la organización habría pedido una extensión del plazo del proceso de participación ciudadana al SEA para que la comunidad pudiese conocer este proyecto y presentara sus observaciones, ante lo cual no hubo respuesta.

Marcela Loyola, Presidenta de la CEC,  manifestó que “Los plazos vencen hoy (ayer), por lo tanto, tuvimos que poner este recurso de protección, ya que el proyecto es ilegítimo y perjudica tremendamente a la flora de Casablanca, al bosque nativo y a la población casablanquina, así que necesitábamos más plazo para que la gente se enterara de este proyecto y presentara sus observaciones. Nuestra postura es no a las torres porque son tremendamente invasivas, social y ambientalmente, es por esto que necesitamos que se pare sí o sí”, finalizó.

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