El día de ayer se publicó una entrevista en El Mercurio a Pedro Pablo Errázuriz, presidente de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, quien se refirió a los distintos proyectos que como empresa están levantando, de la mano también del financiamiento del Fondo Monetario Internacional, con el que se buscó dejar financiados los años 2022 y 2023.
En este sentido, además de informar que el retorno del tren a Quillota-La Calera está en revisión por Evaluación Ambiental, también se refirió al estado en el que se encuentra actualmente el proyecto de tren entre Valparaíso y Santiago.
«Santiago-Valparaíso es hoy un proyecto que está postulándose como concesiones, existen dos empresas privadas que lo presentaron al MOP (TVS y Agunsa), y que este lo está evaluando y le ha pedida a EFE que sea su asesor técnico», sostuvo.
Asimismo, complementó que «nosotros en EFE definitivamente no priorizamos ese proyecto porque nos parece que hay otros de mucho mejor rentabilidad social (…) el proyecto es bien caro, requiere un subsidio estatal gigantesco».
En cuanto a las cifras, Errázuriz afirmó que «la inversión total debe ser de entre US$4 mil millones y US$5 mil millones. Si el proyecto costara US$5 mil millones, solo los intereses del 4% son US$200 millones».
«El Santiago-Rancagua, que es un éxito con 4 millones de pasajeros, cobrando una tarifa de $3 mil (cuatro dólares). son US$ 16 millones de ingreso por pasajeros. Contra US$200 millones de costo de intereses. Entonces, el déficit es demasiado grande. Mi opinión técnica, de vialidad económica, es que el subsidio que se requeriría es del orden de US$250 MILLONES AL año. Me parece complejo en término de rentabilidad social», finalizó.

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