La opción Rechazo se impuso en el Plebiscito constitucional, donde Chile debía decidir si aprobaba o no el proyecto de Nueva Constitución que durante un año escribió la Convención Constitucional.

A lo largo de la campaña, actores políticos de diversos sectores se expresaron a favor de otras vías para modificar la Carta Fundamental, en caso de no ser aprobada la propuesta. “Rechazar para reformar” fue uno de los slogans más reconocidos de la campaña de uno de los sectores.

Incluso, el Presidente Gabriel Boric dijo que “para mí lo que está en juego hoy día es si es que volvemos a fojas cero en caso de que gane el Rechazo y tenemos que iniciar un nuevo proceso constituyente, o bien aprobamos una nueva Constitución y a esta nueva Constitución se le podrán hacer las modificaciones mediante los mismos términos”.

En esta línea, el Congreso aprobó este 10 de agosto la reforma que rebaja los quórum requeridos para cambiar la Constitución: pasa de necesitar dos tercios de las y los congresistas, a los cuatro séptimos. Pese a esto, aún no hay acuerdo si, en caso de reformar la Constitución actual, esto se haría a través del Congreso o de una nueva Convención Constitucional.

Los senadores Ximena Rincón y Matías Walker ingresaron el 2 de agosto un proyecto de ley para establecer los mecanismos a seguir tras el triunfo del Rechazo.

«El Presidente de la República, en el plazo de 15 días, enviará al Congreso Nacional un proyecto de reforma constitucional para definir democráticamente los mecanismos paritarios de continuación del procedimiento para elaborar una nueva Constitución, el que deberá ser despachado a ley en un plazo no mayor a 30 días de su ingreso», señala la iniciativa. Sin embargo, este proyecto no ha avanzado desde entonces.

Deja un comentario

Deja un comentarioCancelar respuesta